Dias de entrenamiento.

**Edrahil** Dom 9 Mayo 2010 - 15:13

El aire se tornó oscuro, la espada brilló y la magia negra empezó a rodearla. Un campo de fuerza maligno rodeo la zona. La elfa alzó la espada intentando controlar esa energía, era muy pesada, en el centro estaba la criatura. Dio un salto intentando elevándose en el aire y justo en el punto mas alto trato de canalizar la energía hacia la maligna invocación, mientras recitaba de memoria el conjuro.

Por un momento pareció que funcionaba, pero como las otras veces, no consiguió canalizar nada, la energía oscura se quedo en ella absorbiendole las fuerzas hasta que Nayade cayó en el suelo inconsciente, con todo el cuerpo dolorido y con la vieja espada de su padre tirada en el suelo.

Despertó varios días después, el cuerpo le seguía doliendo pero ya estaba habituada. Llevaba ya varios meses entrenando, y los resultados no parecían querer hacer acto de presencia.
Después de dejarlo todo, todo para conseguir tan solo esto, tenia claro en su mente que no iba a abandonar, seguiría hasta que su cuerpo pudiera seguir aguantando este castigo.

Había sido una suerte encontrar esta zona oculta, una zona donde los demonios vagaban tranquilamente, solo tenia que esperar pacientemente paraa encontrar uno y poder practicar el ritual.

Según había leído en el libro, intentarlo con criaturas menores no conllevaba mucho peligro, a pesar de quedar totalmente agotada tras sus fracasos. Cuando lo intentara con ella iba a ser otra historia. Pero no quedaba mas remedio. Al fin había logrado encontrar una solución e iba a llevarla acabo. Aunque pudiera salir mal, o aunque acabase con ella.

Nayade se quedo en lo alto de la montaña mirando el lejano cielo. Recordaba Todas las cosas que había vivido, a toda la gente que al final se iba a llevar consigo. Y agarraba la espada de su padre con fuerza. La única cosa que le quedaba de el. No era casualidad que lo eligiera como el objeto que iba a retener a su nemesis. Había sido una suerte conservar aun la amistad de ese brujo tan conocedor de esas oscuras artes, no costo mucho conseguir lo necesario para encantar la espada y dejarla preparada.

“Si todo sale bien...” dijo en voz alta mientras suspiraba.

Cuando volvió a sentirse con fuerzas se dispuso a volver a intentarlo. Cerró los ojos mientras se concentraba y pronunciaba las palabras.
El aire se tornó oscuro, la espada brilló y la magia negra empezó a rodearla. Un campo de fuerza maligno rodeó la zona. Alzó la espada intentando controlar esa energía, Dio un salto intentando elevándose en el aire y justo en el punto mas alto trato de canalizar la energía hacia la maligna invocación, mientras recitaba de memoria el conjuro.

De la espada salió un rayo oscuro hacia el demonio cuando impactaron creo un vinculo que intentaba arrastrar a ambos. Nayade se plantó con fuerza en el suelo sujetando la espada sin dejar de pronunciar las palabras. Fueron unos segundos interminables y al fin la esencia de la criatura quedo atrapada en interior del acero.
“Al Fin... ya estoy preparada” - Se ató la coleta con el cordón y finalmente y se dispuso a descansar tranquilamente. Esa noche se había ganado un buen descanso.