Despues de que la tierra se desquebrajara
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Despues de que la tierra se desquebrajara
Un sol abrasador mecía la ciudad Renacida de Orgrimmar. Su luz creaba destellos en cada rincón cubierto de acero y bañaba de color rojizo la tierra reflejándose en ella y fundiéndose con el humo y el calor de las forjas orcas.
Alëyah volvió a leer la carta que había recibido, antes de ponerse a escribirle una respuesta:
“Querida Alëyah,
Es muy posible que no os acordéis de mí. Mi nombre es Nïshira, os conocí en Trinquete, hace ya un buen tiempo, donde tuve la ocasión de prestaros mi ayuda consiguiendo un billete para un navío, y teniendo el placer de asegurarme de vuestro descanso en la habitación más acogedora que los Goblins me ofrecieron.
Ahora lamento deciros, Milady, que los roles han cambiado… Pues después de la marcha de mi amo temo no tener nada que ofrecer hoy en día, y mi futuro parece una neblina de esas con las que uno no divisa su destino ni final.
Llegué hace un par de días a la ciudad de refugiados de Shattrath, con la esperanza de encontraros.
Tomé vuestra palabra sin necesidad, y al ver que no tengo a quién acudir la he vuelto a recordar, Mi Lady. Mis manos son hábiles y puedo asumir cualquier trabajo, por pequeño que sea… Os estaría eternamente agradecida e iría a donde hiciera falta con tal de poder procurarme comida y un lugar donde dormir. Si hay algún asunto en el que pueda ayudaros, por favor, consideradlo un hecho.
Nïshira Vhan Tálese”
Alëyah se había alegrado antes las noticias que le llegaron de la elfa. Realmente se había portado bien con ella en un momento en el que lo necesitó, y ésta era su oportunidad de devolverle el favor, además le pareció muy buena chica. Así pues, empezó a escribir:
“Saludos, Nïshira
Aunque las noticias que recibo de ti no sean grandes ni esperanzadoras, me alegro mucho de saber que aquella elfa que me prestó su ayuda sigue con vida y ahora necesita de la mía. Aunque aquí la situación haya sido caótica desde que la tierra se partió, mi amado ha hecho todo lo posible por salir adelante, y la verdad, no nos va mal. Puede que tengamos algun trabajo para ti. Por favor, ven a Orgrimmar, estaremos encantados de recibirte y devolverte el favor”
Ya lo había hablado con Sayax, y no le había parecido mal. Él, desde que se construyó la tienda, pasaba mucho tiempo allí, vendiendo armas y atendiendo a los clientes. No les vendría mal una ayuda con Athana, los Goblins eran muy caros y la pequeña pasaba demasiado tiempo con ellos. No estaría mal que la cuidaran entre las dos. Y no les iría nada mal la ayuda de Nïshira si tenían pensado hacer una escapadita para conocer Gil'neas!
Alëyah volvió a leer la carta que había recibido, antes de ponerse a escribirle una respuesta:
“Querida Alëyah,
Es muy posible que no os acordéis de mí. Mi nombre es Nïshira, os conocí en Trinquete, hace ya un buen tiempo, donde tuve la ocasión de prestaros mi ayuda consiguiendo un billete para un navío, y teniendo el placer de asegurarme de vuestro descanso en la habitación más acogedora que los Goblins me ofrecieron.
Ahora lamento deciros, Milady, que los roles han cambiado… Pues después de la marcha de mi amo temo no tener nada que ofrecer hoy en día, y mi futuro parece una neblina de esas con las que uno no divisa su destino ni final.
Llegué hace un par de días a la ciudad de refugiados de Shattrath, con la esperanza de encontraros.
Tomé vuestra palabra sin necesidad, y al ver que no tengo a quién acudir la he vuelto a recordar, Mi Lady. Mis manos son hábiles y puedo asumir cualquier trabajo, por pequeño que sea… Os estaría eternamente agradecida e iría a donde hiciera falta con tal de poder procurarme comida y un lugar donde dormir. Si hay algún asunto en el que pueda ayudaros, por favor, consideradlo un hecho.
Nïshira Vhan Tálese”
Alëyah se había alegrado antes las noticias que le llegaron de la elfa. Realmente se había portado bien con ella en un momento en el que lo necesitó, y ésta era su oportunidad de devolverle el favor, además le pareció muy buena chica. Así pues, empezó a escribir:
“Saludos, Nïshira
Aunque las noticias que recibo de ti no sean grandes ni esperanzadoras, me alegro mucho de saber que aquella elfa que me prestó su ayuda sigue con vida y ahora necesita de la mía. Aunque aquí la situación haya sido caótica desde que la tierra se partió, mi amado ha hecho todo lo posible por salir adelante, y la verdad, no nos va mal. Puede que tengamos algun trabajo para ti. Por favor, ven a Orgrimmar, estaremos encantados de recibirte y devolverte el favor”
Ya lo había hablado con Sayax, y no le había parecido mal. Él, desde que se construyó la tienda, pasaba mucho tiempo allí, vendiendo armas y atendiendo a los clientes. No les vendría mal una ayuda con Athana, los Goblins eran muy caros y la pequeña pasaba demasiado tiempo con ellos. No estaría mal que la cuidaran entre las dos. Y no les iría nada mal la ayuda de Nïshira si tenían pensado hacer una escapadita para conocer Gil'neas!
Alëyah- Soy MUY Cansino
- Cantidad de envíos : 756
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Re: Despues de que la tierra se desquebrajara
Jajaja molaaa a ver como continua esto ^^!
Sayax- Maestro de Lore
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Fecha de inscripción : 18/01/2009
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