La gran verdad nunca contada

Situación: Mansión de Ravenholdt

Hora: 9:00 A.M

Paseaba de un lado a otro de la habitación mientras sus compañeros le miraban con cierta intriga y temor, aparte de que no era muy agradable verle la cara de preocupación que no mostraba desde que ella desapareció toda la mansión estaba en silencio y el ruido del pequeño tacón de sus zapatos ponía más nerviosos al resto.

- Erick, es cierto eso?
- Sí capitán, ya os lo aseguré antes... no hay duda de tal...
- Bueno pues ya es la hora, dirígete hacia allí y sobre todo NO le pierdas, se su sombra, de acuerdo?
- Pero mi señor, no sé como haré tal cosa, vale que el maneje el arte de las sombras al igual que yo... pero no por eso puedo tenerle localizado constantemente...

Sayax fulminó con la mirada al elfo.
- Dijiste algo Erick?
- ...N...no...
- Ah, por un momento pensaba que tendría que recordarte que eres, donde estás y como hacer las cosas. Y ahora, ve.

El pícaro obedeció con temor de no poder cumplir la misión encomendada por Sayax y se marchó con la cabeza baja.

- Y tú, ve con él, vigila que lo haga todo bien.
- Está bien.

Y en la noche…

- Vamos, sube las escaleras!!
- Pobre de ti cuando me sueltes, te arrancaré los ojos de las cuencas!– decía mientras movía las muñecas con movimientos bruscos intentando deshacerse de las cuerdas-

Sayax al reconocer las voces se levantó del sofá sorprendido, no esperaba que fuera una misión tan rápida pues sabía que no era una presa fácil.

- Vaya, buen trabajo – sonrió –
- Gracias Señor, le pillé desprevenido mientras leía una carta.
- Eres tú… hijo de puta, lo sabia!!! – elevó la voz forcejeando con Erick haciendo amagos de intentar lanzarse sobre Sayax -
- ¿Eh?, ¿en serio sabias lo ignorante que eras? O… ¿Qué acabarías suplicándome algún día…hermanito?
- No soy tu hermano, ni si quiera nos parecemos… Nunca me hiciste creer ese cuento de hermanito bueno… “Oh… él era pequeño cuando mis padres fallecieron y tuve que cuidarle solo, de ahí lo que soy”. Una mierda!! Una jodida mierda!!!. SOLTADMEEE!!!
- Jajaja, si supieras toda la historia…
- ¿Para qué me quieres aquí?... ¿déjame en paz quieres?, quédate con tus mentiras y tu asquerosa camorra, capo de mierda. Normal que te abandone todo el mundo.

El taconeo de los pasos de Sayax aproximándose a “su hermano” presagiaba que algo muy bueno no iba a ocurrir. Al aproximarse a este Sayax con un movimiento de muñeca ordenó a Erick soltar a Ephran quien obedeció de nuevo lanzándole al suelo.

- Cuando te dirijas hacia mí, hazlo con respeto…
ZAAASS
Sayax estampó su zapato como si de un sello se tratara contra la cara de Ephran, su hasta ahora supuesto hermano.

- Y ahora escucharás lo que tengo que decirte...:

Se puede decir que nunca tuve un padre, cuando era pequeño nunca nos prestaba la más minima atención a mi madre y a mi… siempre trabajando fuera de casa y sino en su despacho, acompañado de otros. Pero no solo era su excasa atención, sino también su falta de cariño, interés...
Viviamos en una casa muy grande, teníamos sirvientes, gente que nos limpiaba, cocinaba, organizaba… por las tardes cuando escuchaba la puerta bajaba corriendo al recibir a mi padre…
“Buenas tardes papá!!”, “apártate mocoso”… No sólo lo sufria yo, mi madre también…
- Y a mi que coño me importan tus padres? – preguntó Eprhan mientras un pequeño hilo de sangre resbalaba de su nariz-
- Porque al fin y al cabo también fueron los tuyos, por poco tiempo pero sí…

Habitualmente llegaban a casa cartas de personas haciendo peticiones, muchas monetarias… pero un día, llegó algo que ninguno esperábamos… llegaste tú. Nunca antes había llegado una carta con algo adjunto… pero aquel día, llegó alguien con la carta adjunta.
Una familia que no podía cuidarte pensó que en esta familia nunca te faltaría de nada, que te criarías perfectamente y así debería haber sido pero el dinero no da la felicidad, ni da una educación… eso es trabajo de los padres creo yo… - suspiró –

Continuo… así debería haber sido, tus padres pensaban que se por ser una familia rica a quienes hacían sonreir delante de unas cámaras detrás se mantendría aquella sonrisa, pero no… Podría haber sido así, es más, habría sido así… si no afectara que mi padre era jefe de una organización secreta… y su riqueza se debiera a sus malas obras.

Un día mi madre, nuestra madre… no aguantó más, ella al contrario que tus padres pensó que aunque la pobreza nos inundara viviríamos y creceríamos mejor lejos de mi padre.
Intentamos escapar una noche, cuando todos dormían, excepto mi padre y sus hombres, que casí nunca salian de aquel despacho. Salimos sigilosos de la casa, recorrimos el gran jardín y abrimos con cautela la gran puerta de metal. Cuando ya pensamos que lo habíamos logrado, que eramos libres… que nos habíamos alejado de esa mala vida… una alarma sonó y comenzamos a ser perseguidos por todos los hombres de mi padre.

Al principio pensamos que corrian porque no sabían de que se trataba, pero en realidad sí, sabían que eramos nosotros, habían instalado cámaras goblins entre las ramas de los arboles, fuimos un poco ilusos y les subestimamos… en realidad no caimos en nada así, solo deseábamos salir.

Corrimos y corrimos, les sacábamos ventaja pues nuestro patio no era nada pequeño… de repente mi madre tropezó, cayó al suelo con tal mala suerte que su tobillo no quiso dejarla continuar, me gritó que debía hacer… “Corre con tu hermano, salir de aquí, ve al pueblo y busca a Dargos, corre y no mires hacia atrás, te quiero…”
Te quiero… - suspiró de nuevo-
Ephran quien escuchaba murmurando con gran intriga a Sayax como el resto de los compañeros ahora había enmudecido y le prestaba mucha más atención.
- Así que , así fue, de mi madre no supe nada más, busqué a Dargos, quien nos ayudó a ser lo que somos y, a mi me dio un “entrenamiento” especial… A los catorce años volví a mi antigua casa y asesiné a mi padre, pensaba en rescatar a mi madre, pero allí no estaba. Y bueno… el resto tal vez ya lo conozcas, pues tonto no eres.

- Mentiria si digo que desconocia todo esto, Yino? - le dijo mirándole con una media sonrísa - Sabes? tal vez fuiste tú quien me subestimaste hermano - afirmó pronunciando de forma despectiva el "hermano"-
- No sé quien es Yino, debes equivocarte.
- Lo que no entiendo es una cosa... odiabas a tu padre, tanto para llegar a matarle y ahora te has convertido en él, ¿a que se debe?

Sayax le ignora y continua hablando:
- Como te decia, Dargos, era un ex amigo de él, se separó de este al ver todo lo que este manejaba y lo peligroso que seria para su familia. Pero eso no le hizo romper con los lazos de mi madre, por lo visto el esperaba nuestra llegada.

- Como pudiste hacerlo? - interrumpió el hermano pelirrojo-
- ¿El que?
- Matar a tu propio padre, a quien le debes parte de tu vida.
- NO le debo nada, no tuvo porque traerme al mundo, no tuvo que tener una familia nunca, se merece estar donde está...
- Eres peor que un asesino.
- Matar para sobrevivir mi madre, tu y yo... Desearias estar muerto?
- Pero de que hablas Yino?!
- Así que en vez de hacer lo que decias hacer... abandonaste a tu futura mujer para espiarme? - preguntó Sayax intentándo molestarle-
- Hombre, mejor que casarse y que te dejen es no?

ZAAAS - volvió a golpearle con el zapato-

- Contestame a lo que te pregunte imbécil.
- Te duele que te recuerde que es la segunda vez que te abandonan no?

Sayax volvió a golpearle varias veces hasta que le agarraron del brazo sugeriendole que lo dejara ya.
- Por favor señor pare ya!!

- Yino, que coño quieres de mi? - preguntó el pícaro como pudo aguantándo los embates de dolor -
- Contarte la verdad... y que cooperes.
- No quiero ser como tú, no quiero conseguirlo todo aunque tenga que emplear la fuerza... yo no quiero manejar el mundo.
- Entiendo, prefieres vivir arrodillado, que te manejen como a un titere... Está bien, soltadle...

- ¡¿Que?! ¿Jefe está seguro?... tanto tiempo para...¿nada?,¿y con todo lo que sabe?
- Eres tonto o sordo...? Le acompañarás hasta su casa y volverás, él sabe que tiene que hacer y que no.
- ¿Tienes miedo de que hable Yino? - preguntó Ephran mientras le ayudaban a levantarse y le desataban las muñecas-
- No. Si hablas, estás muerto. Si lo comentas con alguien o planeas algo, estás muerto... Volverás a mi llorando.
- Decida lo que decida y pase lo que pase... - Ephran intentó distraer a Sayax con sus palabras haciendo ver que se sacudia el pantalon y rápidamente de el pantalón sacó una daga y se abalanzo hacia este quien rápidamente como si de un reflejo se tratara sacó una pistola-

PUUUM, PUUUM, PUUM -el disparo de Sayax y algun otro después de los compañeros golpearon al joven pelirrojo quien ahora yacia en el suelo-