Vuelta a la vida: La razón de mi existencia
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Vuelta a la vida: La razón de mi existencia
Y le veía alejarse, marchaba a paso lento y decidido.
Sus ojos persiguieron aquel cuerpo escultural y perfecto hasta que el pícaro fue tan sólo una mota blanca que desapareció entre los muros de Lunargenta.
Su mente la llevó unos minutos atrás, cuando él se había colocado de espaldas a ella, cuando no pudo evitar recorrer cada centímetro de su piel con la mirada.
La chispa dormida renació como una llamarada. De nuevo esa sensación…
Volvió a la cascada y miró a su alrededor, no había nadie.
<Mejor…>
Hacía mucho calor, ella tenía mucho calor… se quitó las botas y la pechera, también los pantalones. Los dejó a un lado y se adentró en la orilla. El agua fresca acarició su piel caliente. Se acercó a las rocas de la cascada, y con la mitad de su cuerpo inmerso en el agua, se sentó en una de ellas. Lamió sus labios y sonrió, aún notaba su sabor. Ésa sensación… tan dulce, tan suave... nunca la podría olvidar.
El corazón volvió a agitarse en su interior, se imaginó que Say no se había ido, podía notar el aura que la arropaba siempre que estaban juntos. Protección, seguridad… tan sólo él la hacía sentir especial. Con él había pasado momentos inolvidables, nadie la había tocado antes, nadie había llegado tan lejos… y nadie más lo haría, ella lo tenía claro.
Al otro lado del lago, Byakun se divertía persiguiendo conejos y dándoles algun que otro zarpazo. Puede que no fuera igual que defenderla de cocodrilos y otras criaturas, pero él parecía feliz y con eso a ella le bastaba de momento.
Sentada bajo la cascada, empezó a lavarse, frotó suavemente sus hombros, sus brazos, sus piernas… Realmente no necesitaba asearse, lo había hecho unas horas antes.
Pero era lo más cercano al tacto del pícaro que podía sentir en ése momento, y recordarlo la hacía feliz.
Terminó en seguida y se tumbó en la hierba para secarse. Muchas eran las cosas que tenía por hacer; Necesitaba madera, cuerdas para amarrarla, también varios cuencos y pieles de cuero. Nada que no pudiera conseguir con algo de esfuerzo.
El día aún no había acabado y ella había tomado la decisión de quedarse. Crearía su guarida, su refugio. Atrás quedaban las ideas de marcharse, de huir… de pensar en todo lo malo que había pasado.
Los últimos días habían estado llenos de dolor, de decepción y de miedo. Pero fue su recuerdo el que le dio fuerzas, el que la hizo entender que amar es algo que esta por encima del bien y del mal
De nuevo tenía una promesa que cumplir, lucharía cada día por verle, para que sonriera, para que fuera feliz. Ya no se sentía perdida, ésa tarde había calmado por completo sus dudas.
“El infierno es vivir día a día sin saber la razón de tu existencia.”
Sayax... has estado solo, muy solo…
Tanto ...o más que yo.
Tu eres la razón de mi existencia… mi camino esta a tu lado, y mi corazón no defallecerá.
El destino nos ha maltratado, ha jugado con nosotros y ha manchado nuestras vidas con obstáculos y dolor. Pero yo no me he dejado vencer todavía. Levantaré el muro que hizo que nos separáramos… amaré cada segundo contigo como si mi vida dependiera de él… Recuperaré el tiempo que la vida me ha quitado.
No me dejaré abatir por el odio, tampoco por la injusticia. Porque aún debo luchar por quien amo.
Para que nada, ni nadie me separe de tí…
Nunca…
Muchos son los que se preguntan…
¿De qué sirven los sueños si casi nunca se cumplen?
Y yo me pregunto… ¿Crees que has luchado lo suficiente por ellos?
Sus ojos persiguieron aquel cuerpo escultural y perfecto hasta que el pícaro fue tan sólo una mota blanca que desapareció entre los muros de Lunargenta.
Su mente la llevó unos minutos atrás, cuando él se había colocado de espaldas a ella, cuando no pudo evitar recorrer cada centímetro de su piel con la mirada.
La chispa dormida renació como una llamarada. De nuevo esa sensación…
Volvió a la cascada y miró a su alrededor, no había nadie.
<Mejor…>
Hacía mucho calor, ella tenía mucho calor… se quitó las botas y la pechera, también los pantalones. Los dejó a un lado y se adentró en la orilla. El agua fresca acarició su piel caliente. Se acercó a las rocas de la cascada, y con la mitad de su cuerpo inmerso en el agua, se sentó en una de ellas. Lamió sus labios y sonrió, aún notaba su sabor. Ésa sensación… tan dulce, tan suave... nunca la podría olvidar.
El corazón volvió a agitarse en su interior, se imaginó que Say no se había ido, podía notar el aura que la arropaba siempre que estaban juntos. Protección, seguridad… tan sólo él la hacía sentir especial. Con él había pasado momentos inolvidables, nadie la había tocado antes, nadie había llegado tan lejos… y nadie más lo haría, ella lo tenía claro.
Al otro lado del lago, Byakun se divertía persiguiendo conejos y dándoles algun que otro zarpazo. Puede que no fuera igual que defenderla de cocodrilos y otras criaturas, pero él parecía feliz y con eso a ella le bastaba de momento.
Sentada bajo la cascada, empezó a lavarse, frotó suavemente sus hombros, sus brazos, sus piernas… Realmente no necesitaba asearse, lo había hecho unas horas antes.
Pero era lo más cercano al tacto del pícaro que podía sentir en ése momento, y recordarlo la hacía feliz.
Terminó en seguida y se tumbó en la hierba para secarse. Muchas eran las cosas que tenía por hacer; Necesitaba madera, cuerdas para amarrarla, también varios cuencos y pieles de cuero. Nada que no pudiera conseguir con algo de esfuerzo.
El día aún no había acabado y ella había tomado la decisión de quedarse. Crearía su guarida, su refugio. Atrás quedaban las ideas de marcharse, de huir… de pensar en todo lo malo que había pasado.
Los últimos días habían estado llenos de dolor, de decepción y de miedo. Pero fue su recuerdo el que le dio fuerzas, el que la hizo entender que amar es algo que esta por encima del bien y del mal
De nuevo tenía una promesa que cumplir, lucharía cada día por verle, para que sonriera, para que fuera feliz. Ya no se sentía perdida, ésa tarde había calmado por completo sus dudas.
“El infierno es vivir día a día sin saber la razón de tu existencia.”
Sayax... has estado solo, muy solo…
Tanto ...o más que yo.
Tu eres la razón de mi existencia… mi camino esta a tu lado, y mi corazón no defallecerá.
El destino nos ha maltratado, ha jugado con nosotros y ha manchado nuestras vidas con obstáculos y dolor. Pero yo no me he dejado vencer todavía. Levantaré el muro que hizo que nos separáramos… amaré cada segundo contigo como si mi vida dependiera de él… Recuperaré el tiempo que la vida me ha quitado.
No me dejaré abatir por el odio, tampoco por la injusticia. Porque aún debo luchar por quien amo.
Para que nada, ni nadie me separe de tí…
Nunca…
Muchos son los que se preguntan…
¿De qué sirven los sueños si casi nunca se cumplen?
Y yo me pregunto… ¿Crees que has luchado lo suficiente por ellos?
Alëyah- Soy MUY Cansino
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Localización : Barcelona
Fecha de inscripción : 18/01/2009
Re: Vuelta a la vida: La razón de mi existencia
Por que me gusta y pq yo lo valgo haré mi particular tributo a Saratoga xD He escrito el rol escuchandola asi que no creo que desentone:
Alëyah- Soy MUY Cansino
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Fecha de inscripción : 18/01/2009
Re: Vuelta a la vida: La razón de mi existencia
Que creida X_) xq yo lo valgo dice xDDD Loreal xD Moolaaa, mañana os pongo la mia!!
Sayax- Maestro de Lore
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