La primera gema de sangre usada

**Zarp** Jue 30 Sep 2010 - 1:56

La noche ya cubría por completo Kalimdor, y su majestad, la Luna, iluminaba todo con su luz suave y a la vez lúgubre, pues era el foco de una escena que iba a suceder en poco tiempo.

La hiena olisqueó algo en el ambiente, un olor que ella no reconocía, por lo que su instinto primario fue gruñir y correr en dirección a la puerta de la casa. El trol se despertó al principio con los gruñidos, pero no le dio importancia, acto seguido, un ruido seco, de un golpe, con su correspondiente estruendo de una puerta haciéndose astillas fue lo que terminó por levantarlo.

El trol se apresuró como pudo, sacó su rifle de debajo de la almohada. Mientras cargaba una bala en la recamara, los gruñidos y al momento los gemidos de la hiena le pusieron mas nervioso, haciendo que se le cayera la cajetilla con las balas. Maldiciendo a todos los dioses que creía conocer y alguno que se dejaba atrás, corrió hacia el salón de la casa, donde pudo observar con miedo aquella silueta.

El muerto observó por sus cuencas vacías el rostro horrorizado del trol, alzó su mano y lanzó a la hiena herida contra él. El trol dejó caer el rifle y cogió a la hiena entre sus manos, que inerte y sin movimiento, consiguió desplomar al trol al suelo.

-¡¿Qu´e es ese ruido, pa´a?!- Una trol joven, apareció de su cuarto exaltada al oir todo el jaléo y vio la escena horrorizada

-¡Lár´gate Nurtz , corre, corre y ´uye! ¡Avisa a tu madre, rápido!- Gruñía el trol intentando quitarse el cuerpo de la hiena de encima

-¡Pero pa´a no voy a dejarte aquí! – La hija se agachó ayudar a la hiena y a su padre.

El muerto entonces se abalanzó hacia ella, golpeándola con su puño cerrado a la joven trol, dejándola inconsciente y cargándola a su hombro.

¡No, hijo de ´uta! ¡Sabia que eras tu! ¡no lo per´itiré!- El trol gritaba, alzó su mano y agarró el rifle, intentó apuntar con una sola mano, pero por temor a darle a su hija, no llegó a disparar.

El muerto se giró sin prestarle atención y se marchaba lentamente por el marco de la puerta hacia el exterior. Zarp, con rabia y dolor, apartó el cuerpo de la hiena inconciente y se levantó, rugiendo como una fiera se abalanzó contra el muerto

¡No te la llevaras, ´aldito demo…..!- El trol tragó saliva y miró al muerto. La espada de la criatura atravesaba su pecho de lado a lado, y su sangre, le recorría sus manos, deslizándose por la espada del muerto.

El trol calló al suelo…ahogándose en su propia sangre, que emanaba en abundancia por su cuerpo.

Llorando antes de cerrar los ojos, el trol estiró su brazo, intentado utópicamente ayudar a su hija.

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Sorry...que lo escribí en mitad de mazmorra y con algo de sueño XDDDD :em4: