Valeskah: Capitulo 1
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Valeskah: Capitulo 1
Hace mucho tiempo, en una aldea lejana, muy lejana:
Se levanto como cada día, pronto, muy pronto, y de forma mecánica realizaba el ritual de cada mañana, no podía dejar de pensar que ese día era distinto a todos los demás, era el último.
Como cada mañana tras vestirse ponía a punto sus armas, sacándole brillo a la espada con la piedra de afilar, y luego aplicándole ese ungüento especial a su escudo para que brillase y manteníase su rudeza de eso podía depender su vida, o aun peor la vida de los demás.Justo cuando los primeros rayos del sol empezaban a calentar la faz de Kalimdor, Valeskah estaba lista.
Su Guía le miraba con severidad, evaluando su firmeza en silencio.
Los Guías eran los encargados del adiestramiento de los jóvenes, su responsabilidad era hacer todo lo necesario para que al final del entrenamiento el joven pudiera superar las pruebas y convertirse en un miembro a pleno derecho del clan, también era suya la deshonra si el joven fracasaba y su orgullo si salía exitoso.
Era por eso que el Guía la miraba con severidad, se acercaba el día de la gran prueba y nada podía fallar. Era la severidad de un maestro, era la severidad de un padre mirando a su orgullo, su esperanza, a su única hija.
Era tradición en el clan que los hijos varones sustituyeran a los padres, y en raras ocasiones, que fuera la hija primogénita.
Valeskah no había tenido muchas opciones, fue la primera hija, primera y única pues su madre Trisha murió en el parto.
Era mucha la presión sobre las espaldas de Valeskah, no había nada peor en el Clan que una familia deshonrada, pero ella estaba lista.
Fue un día muy tranquilo, ejercicios rutinarios. Hacia tiempo que había aprendido todo lo necesario en el arte de combatir.
La joven Orca se fue a dormir tranquila y serena, concentrada en el reto que la vida ponía en medio de su camino pero con la seguridad de quien se siente preparado.
A la mañana siguiente su Guía la llevo donde esta la estatua del héroe local, ahí se reunían todos los jóvenes aspirantes, no habían muchos y pocos iban a ser los que regresaran.
La prueba era sencilla, sencilla en apariencia. Debían irse al bosque prohibido, sin ningún tipo de armas y pasar ahí 2 noches.
El primer día era para que solo con los recursos del bosque se pudieran construir sus propias armas. El acero no era bienvenido en el bosque prohibido.
La única limitación en esa primera parte era el ingenio que uno tuviera. También cabía la posibilidad de enfrentarse al segundo día con las manos desnudas, bravos eran los que elegían esa opción, pero escasos los que habían conseguido sobrevivir a eso.
En el segundo día, los aspirantes tenían que localizar alguna manada de Mynocks, las legendarias criaturas, tan difíciles de encontrar como difíciles de cazar. El reto, consistía en localizar una manada y una vez ahí ser lo suficientemente hábil para seguirles hasta el líder de la manada y darle caza.
Solo el que regresara con las garras del legendario animal seria recibido con honores dentro del clan, los demás se quedarían en aspirantes hasta que, en otra ocasión, superaran la prueba pero ya nunca formarían parte de la elite.
Valeskah no perdió el tiempo y no se demoró mucho tiempo en recolectar las piedras y la madera necesaria para recrear lo mejor posible una lanza afilada y una especie de escudo, que si realmente no era muy resistente, siempre seria mejor que su carne.
Como marca la tradición, esa noche la paso al raso meditando sobre toda su instrucción, preparando su espíritu para su gran día.
Se levantó pronto, muy pronto y empezó a dar caza a su presa. Pero algo, de repente, reclamó su atención:
“¿Humo? ¿En el poblado? ¡No puede ser! – se quedo mirando el humo preocupada.
Desde su posición no podía determinar exactamente donde estaba el fuego, pero estaba claro que era cercano a su pueblo
“¿y si ha pasado algo?, ¿y si nos atacan? Tengo que ir a ayudar”
Sin mas vacilaciones empezó a correr dirección el fuego, cuando pudiera ver que no ocurría nada podría volver a su cacería en tranquila.
Tras correr una buena distancia se dio cuenta de que el humo no procedía del poblado, de hecho estaba bastante distanciado, pero el lugar elegido para el fuego estaba misteriosamente bien elegido para que pareciera otra cosa desde el bosque prohibido.
Como ya se había alejado bastante, la curiosidad, le pudo y quiso acercarse más para ver que ocurría.
Al llegar al origen del fuego, un viejo caserón abandonado, sus ojos no daban crédito a lo que estaban viendo.
Fuera del caserón se encontraban dos orcos con la cabeza tapada por capuchas negras y una joven del poblado desnuda atada en el suelo con bastantes magulladuras y heridas cubiertas de sangre.
Valeskah reconoció a la joven, era la hija del peletero. Pero no intuía quienes podían ser los otros dos.
Sin dudarlo se armó de valor y cargo contra los dos raptores, el valor y la decisión de la joven Orca les pillo por sorpresa y les costo bastante reaccionar.
Nunca se sabrá si fue la sorpresa, la confianza en la superioridad de numero o si fue el talento de la orca, pero los dos asaltantes duraron poco y pronto se dieron a la fuga para no sufrir una humillación aún más grande. A Valeskah le pareció demasiado fácil y la secuestrada confirmo su sospecha cuando le arranco la mordaza de la boca.
“…e…es…una…trampa”
Es lo único que dijo antes de perder el conocimiento, antes de que la realidad cayera como una losa.
De repente algo surgió del suelo, como una energía, algo que escapaba a su raciocinio. Valeskah quedo atrapada tras una barrera mágica, una cárcel sin barrotes. Ese día aprendió que no le gustaba la magia ni quien jugaba con ella. Ese fue su último pensamiento antes de que todo se volviera oscuro.
…..
….
…
.
Valeskah despertó muy desorientada, era de día, pero no podría asegurar cuanto tiempo había pasado. Estaba tirada en el suelo llena de polvo. Lo que mas la desorientó fue que no había rastro de la chica, ni de que nadie hubiera estado atada allí….y lo mas sorprendente es que no había ni rastro del caserón en llamas. No podía haber sido fruto de su imaginación, lo recordaba tan real fue entonces cuando se acordó
“¡¡La prueba!!¡Maldita sea!”
Como era de día pensó que aun tenia tiempo, simplemente se había quedado dormida, había tenido un sueño raro y ya esta…pero aun tenia tiempo.
No sabia si por los nervios o por que estaba más que preparada para eso, pero le resultó muy sencillo localizar a su presa y darle caza.
Con el trofeo en sus manos se dispuso a volver al poblado para reclamar su recompensa.
Llego con la cabeza alta, orgullosa, pero le extraño ver el pueblo vacío, parado. ¿Dónde estaba todo el mundo?, ¿Donde estaba la fiesta?¿ Donde Estaba su Gloria?
Extrañada se fue hacia su casa, ahí encontró a su padre estirado en la cama con un aspecto muy dejado, sucio y maloliente.
Ahí empezó un intercambio de frases que Valeskah nunca podría olvidar:
- Padre…¿que pasa? ya he regresado, mira! -- le dijo enseñándole las garras del animal.
- ¡Como osas!...con que cara vuelves aquí….eres una vergüenza…me has fallado…nos has deshonrado!- Dijo, con voz débil, tosiendo y abriendo los ojos todo lo que podía.
- Pero..pero..que estas diciendo….he vuelto con…--una lagrima empezó a asomarse a su ojo, no entendía nada
- ¿Qué has vuelto…dices?... ¿después de tres meses? como tienes valor, debiste huir como la cobarde…que…eres – Tras esas palabras, la vida abandono el cuerpo del viejo Orco.
- Tr…¿Tres meses?—Fue todo lo que pudo decir.
Su padre la había repudiado justo antes de morir, no había nada peor que pudiese imaginarse.
El dolor que la asolaba era inmenso, casi tanto como su desorientación. No entendía que podía haber pasado.
Su intento de buscar ayuda fue aun peor, todo con quien se cruzaba la ignoraba como si no existiese, y si le hablaban tan solo era para insultarla.
Incluso se cruzó con la hija del peletero pero esta la ignoro como a una desconocida, ella no insistió, no tenía ni fuerzas ni la seguridad de que fuera real lo que recordaba o si fue tan suelo un sueño.
Era lo peor que le podía haber pasado, el peor de los infiernos.
Sin saber como, ni porque…ni cuando Valeskah se había convertido en una descastada, hundida, como alma en pena, abandono su hogar….para siempre.
Se levanto como cada día, pronto, muy pronto, y de forma mecánica realizaba el ritual de cada mañana, no podía dejar de pensar que ese día era distinto a todos los demás, era el último.
Como cada mañana tras vestirse ponía a punto sus armas, sacándole brillo a la espada con la piedra de afilar, y luego aplicándole ese ungüento especial a su escudo para que brillase y manteníase su rudeza de eso podía depender su vida, o aun peor la vida de los demás.Justo cuando los primeros rayos del sol empezaban a calentar la faz de Kalimdor, Valeskah estaba lista.
Su Guía le miraba con severidad, evaluando su firmeza en silencio.
Los Guías eran los encargados del adiestramiento de los jóvenes, su responsabilidad era hacer todo lo necesario para que al final del entrenamiento el joven pudiera superar las pruebas y convertirse en un miembro a pleno derecho del clan, también era suya la deshonra si el joven fracasaba y su orgullo si salía exitoso.
Era por eso que el Guía la miraba con severidad, se acercaba el día de la gran prueba y nada podía fallar. Era la severidad de un maestro, era la severidad de un padre mirando a su orgullo, su esperanza, a su única hija.
Era tradición en el clan que los hijos varones sustituyeran a los padres, y en raras ocasiones, que fuera la hija primogénita.
Valeskah no había tenido muchas opciones, fue la primera hija, primera y única pues su madre Trisha murió en el parto.
Era mucha la presión sobre las espaldas de Valeskah, no había nada peor en el Clan que una familia deshonrada, pero ella estaba lista.
Fue un día muy tranquilo, ejercicios rutinarios. Hacia tiempo que había aprendido todo lo necesario en el arte de combatir.
La joven Orca se fue a dormir tranquila y serena, concentrada en el reto que la vida ponía en medio de su camino pero con la seguridad de quien se siente preparado.
A la mañana siguiente su Guía la llevo donde esta la estatua del héroe local, ahí se reunían todos los jóvenes aspirantes, no habían muchos y pocos iban a ser los que regresaran.
La prueba era sencilla, sencilla en apariencia. Debían irse al bosque prohibido, sin ningún tipo de armas y pasar ahí 2 noches.
El primer día era para que solo con los recursos del bosque se pudieran construir sus propias armas. El acero no era bienvenido en el bosque prohibido.
La única limitación en esa primera parte era el ingenio que uno tuviera. También cabía la posibilidad de enfrentarse al segundo día con las manos desnudas, bravos eran los que elegían esa opción, pero escasos los que habían conseguido sobrevivir a eso.
En el segundo día, los aspirantes tenían que localizar alguna manada de Mynocks, las legendarias criaturas, tan difíciles de encontrar como difíciles de cazar. El reto, consistía en localizar una manada y una vez ahí ser lo suficientemente hábil para seguirles hasta el líder de la manada y darle caza.
Solo el que regresara con las garras del legendario animal seria recibido con honores dentro del clan, los demás se quedarían en aspirantes hasta que, en otra ocasión, superaran la prueba pero ya nunca formarían parte de la elite.
Valeskah no perdió el tiempo y no se demoró mucho tiempo en recolectar las piedras y la madera necesaria para recrear lo mejor posible una lanza afilada y una especie de escudo, que si realmente no era muy resistente, siempre seria mejor que su carne.
Como marca la tradición, esa noche la paso al raso meditando sobre toda su instrucción, preparando su espíritu para su gran día.
Se levantó pronto, muy pronto y empezó a dar caza a su presa. Pero algo, de repente, reclamó su atención:
“¿Humo? ¿En el poblado? ¡No puede ser! – se quedo mirando el humo preocupada.
Desde su posición no podía determinar exactamente donde estaba el fuego, pero estaba claro que era cercano a su pueblo
“¿y si ha pasado algo?, ¿y si nos atacan? Tengo que ir a ayudar”
Sin mas vacilaciones empezó a correr dirección el fuego, cuando pudiera ver que no ocurría nada podría volver a su cacería en tranquila.
Tras correr una buena distancia se dio cuenta de que el humo no procedía del poblado, de hecho estaba bastante distanciado, pero el lugar elegido para el fuego estaba misteriosamente bien elegido para que pareciera otra cosa desde el bosque prohibido.
Como ya se había alejado bastante, la curiosidad, le pudo y quiso acercarse más para ver que ocurría.
Al llegar al origen del fuego, un viejo caserón abandonado, sus ojos no daban crédito a lo que estaban viendo.
Fuera del caserón se encontraban dos orcos con la cabeza tapada por capuchas negras y una joven del poblado desnuda atada en el suelo con bastantes magulladuras y heridas cubiertas de sangre.
Valeskah reconoció a la joven, era la hija del peletero. Pero no intuía quienes podían ser los otros dos.
Sin dudarlo se armó de valor y cargo contra los dos raptores, el valor y la decisión de la joven Orca les pillo por sorpresa y les costo bastante reaccionar.
Nunca se sabrá si fue la sorpresa, la confianza en la superioridad de numero o si fue el talento de la orca, pero los dos asaltantes duraron poco y pronto se dieron a la fuga para no sufrir una humillación aún más grande. A Valeskah le pareció demasiado fácil y la secuestrada confirmo su sospecha cuando le arranco la mordaza de la boca.
“…e…es…una…trampa”
Es lo único que dijo antes de perder el conocimiento, antes de que la realidad cayera como una losa.
De repente algo surgió del suelo, como una energía, algo que escapaba a su raciocinio. Valeskah quedo atrapada tras una barrera mágica, una cárcel sin barrotes. Ese día aprendió que no le gustaba la magia ni quien jugaba con ella. Ese fue su último pensamiento antes de que todo se volviera oscuro.
…..
….
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Valeskah despertó muy desorientada, era de día, pero no podría asegurar cuanto tiempo había pasado. Estaba tirada en el suelo llena de polvo. Lo que mas la desorientó fue que no había rastro de la chica, ni de que nadie hubiera estado atada allí….y lo mas sorprendente es que no había ni rastro del caserón en llamas. No podía haber sido fruto de su imaginación, lo recordaba tan real fue entonces cuando se acordó
“¡¡La prueba!!¡Maldita sea!”
Como era de día pensó que aun tenia tiempo, simplemente se había quedado dormida, había tenido un sueño raro y ya esta…pero aun tenia tiempo.
No sabia si por los nervios o por que estaba más que preparada para eso, pero le resultó muy sencillo localizar a su presa y darle caza.
Con el trofeo en sus manos se dispuso a volver al poblado para reclamar su recompensa.
Llego con la cabeza alta, orgullosa, pero le extraño ver el pueblo vacío, parado. ¿Dónde estaba todo el mundo?, ¿Donde estaba la fiesta?¿ Donde Estaba su Gloria?
Extrañada se fue hacia su casa, ahí encontró a su padre estirado en la cama con un aspecto muy dejado, sucio y maloliente.
Ahí empezó un intercambio de frases que Valeskah nunca podría olvidar:
- Padre…¿que pasa? ya he regresado, mira! -- le dijo enseñándole las garras del animal.
- ¡Como osas!...con que cara vuelves aquí….eres una vergüenza…me has fallado…nos has deshonrado!- Dijo, con voz débil, tosiendo y abriendo los ojos todo lo que podía.
- Pero..pero..que estas diciendo….he vuelto con…--una lagrima empezó a asomarse a su ojo, no entendía nada
- ¿Qué has vuelto…dices?... ¿después de tres meses? como tienes valor, debiste huir como la cobarde…que…eres – Tras esas palabras, la vida abandono el cuerpo del viejo Orco.
- Tr…¿Tres meses?—Fue todo lo que pudo decir.
Su padre la había repudiado justo antes de morir, no había nada peor que pudiese imaginarse.
El dolor que la asolaba era inmenso, casi tanto como su desorientación. No entendía que podía haber pasado.
Su intento de buscar ayuda fue aun peor, todo con quien se cruzaba la ignoraba como si no existiese, y si le hablaban tan solo era para insultarla.
Incluso se cruzó con la hija del peletero pero esta la ignoro como a una desconocida, ella no insistió, no tenía ni fuerzas ni la seguridad de que fuera real lo que recordaba o si fue tan suelo un sueño.
Era lo peor que le podía haber pasado, el peor de los infiernos.
Sin saber como, ni porque…ni cuando Valeskah se había convertido en una descastada, hundida, como alma en pena, abandono su hogar….para siempre.
Edrahil- Guild Master
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Localización : Barcelona
Fecha de inscripción : 18/01/2009
Re: Valeskah: Capitulo 1
joer nay! está muy wapo!!! pero que muy wapo!!!..quiero mas!!!! asi que dale a la tecla!!! >: D .....
P.D: como cambies a la orca...te corto las manos ¬¬
P.D: como cambies a la orca...te corto las manos ¬¬
Zarp- Lla Poste Sien Bese
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